sábado, 17 de agosto de 2024

Mel y Vivi

 Fueron sentimientos difíciles de descubrir. Ese sentido de libertad que no existía, una pizca de voluntad al plato de superación y nunca servirlo frío. Fluyen en la sangre los receptores de serotonina y los reductores de propagación sináptica de mis impulsos nerviosos. Una confusa sensación del deseo de estar mejor más una sensación rara de inseguridad. Todo esto, mezclado con inhibidores que regulan mi dopamina.

Cuánta química en un solo individuo.

Nunca había pensado que el THC pudiese ser reemplazado por otros medicamentos en el corto plazo. Con el último tiempo entendí que la planta me deprimía. Me fluía el desinterés por todo el cerebro. Desinterés con todo y por todo. La vida quizás funcionaba con dos motores a sabiendas de ir pilotando con diez. Pero eran los motores más importantes, los que me levantaban y los que me muchas veces me alimentaban.

Y ahora apagué uno. Ahora vuelo con todo el resto de los motores y descubrí que son tremendamente vitales.

Es sólo que
Hace poco me dejó de importar
Pero dejé de fumar
Entonces ¿Me debería preocupar?
Si en este estado lo puedo intentar
Pero, ¿Será bueno aprender a volar sin alas?

Mel: Es sólo una vida y hay que disfrutarla. Como la pueden disfrutar los pájaros. Como lo podemos vivir ahora, nosotros, estando bajo cuatro paredes y un techo. Nos cobijan las sábanas, nos protegen los cerrojos, hay ruido afuera y está lloviendo. ¿Existe algún momento más perfecto que este? ¿Alguien más te va a quitar esa sensación singular? No lo creo. Nadie más sabrá de tus secretos. Sólo tú tienes la llave y puertas hay por doquier. Pero no olvides que esta también sirve para cerrar la última puerta por donde entraste a la incertidumbre. Y a veces está bien dejarlo ir. A veces es bueno pensar en lo bonito que fue y lo amargo tragárselo, como este whisky en las rocas. Con un sabor de mierda pero que sana heridas. Son tus alas que puedes imaginar. Son las ganas con las que puedes disfrutar. Tú puedes elegir... Si quedas arriba o te quedas abajo. Mi perspectiva favorita es la de arriba, donde te puedo ver a ti.

Vivi: Nunca olvides tu cuerpo. Nunca olvides que debes proteger tus órganos y tu vida. Confía en tus placeres. Confía en tus gustos y en tu curiosidad. Sé bienvenido a donde creas que lo bueno puede aterrizar. Eres la única persona que puede romper con lo resuelto y de eso nunca se sabe todo. Nunca des nada por exacto, ni creas que eres perfecto. Pero puedes entrar aquí... Donde nadie más sabe que estarás: dentro de tu propio gusto. Y guárdatelo, mírame y dime que no es especial. Dime que no eres diferente cuando sabes que en el resto provocas placer. Grítame al oído cuando te quieras ir. Y sacude tus esfuerzos, sécate el esmero, limpia tu orgullo y sal a caminar. No puedo estar esta tarde, pero ven en otro tiempo cuando el sol no brille, cuando creas oportuno quebrar con la soledad. No olvides el abrigo de tus ganas para cuando llegue el viento. Y lánzate sin alas como ningún hombre lo ha intentado. Para cuando caigas, tampoco olvides que ahí estaré para ti.

Entonces... Me lanzaré y me estrellaré sin alas
donde no cabe el cielo, me iré
solo un rato sentir el vuelo
sentir el viento por mi pelo,
que caiga lluvia sin consuelo
sobre mí,
que no hay arreglo.

José.

No hay comentarios:

Publicar un comentario