miércoles, 7 de agosto de 2024

Gravity

...esa era la parte en la que la realidad golpea. Un solo cambio en los gustos podría determinar cómo sería mi vida. ¿Será la recomendación profesional? ¿Realmente tengo que esperar? Mi corazón y mi alma gritan que no. Ya no. No puedo esperar, ni a mí me puedo esperar. Esto de tomar pastillas antiepilépticas para sostener mis emociones ha sido un vaso intenso de realidad. Ya me pasa que la fluoxetina, al menos, controla mi depresión. Y la carbamazepina ha desatado una hipoacusia que simplemente no puedo controlar, pero igual, al menos, controla esa parte en la que mis emociones están estables. La quetiapina es la que me da el azote del sueño. El otro día (que le escribí la carta a mis ex-suegros) se me ocurrió salir por la noche a caminar. Caminé 45 minutos y ya de vuelta, por el paseo bulnes, me sentía raro, con el cuerpo cortado, con ganas de dormir. Llegando a mi casa me sorprendí casi durmiéndome en el ascensor, del cansancio que la maldita pastilla da. Incluso dormí con la estufa a gas prendida (craso error, la casa estaba hedionda a gas). Y me sorprendo a veces, con cómo los pasos que estoy dando son la vergüenza de una persona. Benningnton cantaba: "Every step that i make is another mistake to you". Y ya enfrenté eso. Me dejaron así, pensando en que cada superación que podría tomar simplemente no sería suficiente. Estuve cinco o seis años pensando en que siempre disfrutar era la gran parte de mi vida, sin importar los costos ni los gastos. Yo quería pasarlo bien, sin quejas, sin problemas, sin pagos, sin nada de vuelta. ¿Por qué habría de poner ese tipo de límites? Bueno, me gustaba disfrutar. Me gustaba pasarlo bien. Y me enseñaron a no arrepentirme de haberlo pasado bien. Como le escribí, lo pasé bien la mayor parte del tiempo. Y los aprendizajes, las oportunidades que tuvimos, las ideas, los planes, todo eso fue lo que más disfruté. Y converso con mi familia, con algunos de mis amigos y amigas que están pasando por lo mismo. Simplemente se toleraron más y saben (o supieron) cómo llevarlo adelante.

Y yo no supe cómo hacerlo. No supe cómo comunicarme. No supe hablar. Pero cuando se quería pasar bien, se pasaba siempre bien. Y esa parte es la de la aceptación; por la que estoy pasando. Además, aceptar que fumar marihuana me hace mal (en estos tiempos), he tomado la gran decisión de dejarla. Y OH HERMANOS Y HERMANAS, dejarla es increíblemente difícil después de haberla consumido por largos 10 años, de manera abusiva. Sufrí síndrome de abstinencia (sufro) con todas las letras de su significado. Lo más difícil de superar es despertar, post-efecto de la quetiapina, después de un sueño vívido. Y son sueños raros, combinados con todas mis últimas vivencias y traumas... Se transforma en una extraña sensación al despertar. Lamentablemente despierto durante las madrugadas y paso de las 3AM a las 21 del otro día, dándole con todo a la tesis, dándole con todo con mejorar, dándole con todo a mi bienestar.

Pero no estoy tan hundido. Dar vuelta la página y escribir el nuevo libro ha sido toda una experiencia. La depresión es muy creativa. Y pasar por cosas que te llenan, como invitar a la familia y hacer una gran cantidad de pizza, para que no paren de comer y me comenten que me queda buena la masa, me deja tan contento. Una sola tarde me basta para cargar la pila de la amistad y del amor. De apoco voy encontrando mi amor. Pero el propio. Ese que te hace bien, del que me entrené aquí en la casa. El tema es que siento que este departamento está maldito (?), aquí pasó todo pues. Aquí fue donde me tocó vivir todo de manera directa y remota. Tres horas bastaron para derribarme completamente. Nunca se me había juntado tanta mierda. Ni cuando me reincorporé a la universidad. Una tragedia de la que quería despertar.

Pero todo esto me hace diferente. Me dijeron que mi cartón no serviría básicamente. Me criticaron porque me regalan cosas. Me criticaron la forma de vivir con mi hija. Cuando no tienen puta idea de cómo es vivir maniatado con un trastorno. Quiero comentarle a todas esas personas: AQUÍ ESTOY, CONCHASDESUMADRE. Estoy mejorando y ustedes no quieren que lo haga. Se sentirían mejor si me sumergiese en la mierda. Pero no les daré en el gusto, a ninguno de los culiados y culiadas. I CHOOSE ME, I'M SORRY. No olviden que la literatura nunca muere y se conecta a través de las generaciones. Estos textos están guardados, no solamente aquí. Algunos incluso están transcritos de mi cuaderno a las teclas. Gracias a cada lector y lectora. Algunos pensaron que estaría loco o que tengo déficit atencional. No. No y no. Vivo con un trastorno. Y DE ESTE MODO VIVO. Ahora que sé, lo ocuparé como una oportunidad. Solamente que ahora iré solo. Y no se me olvida que sufro de una forma diferente. De esta forma puedo sanar, sólo si me lo permito. Basta de no darme en el gusto, quiero disfrutar la vida. 

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