Diario de Libertad: "Esperanza" (Capítulo uno)

...
-¡¿Están todas bien?!
Y todas en grupo gritaron:
-¡Si, estamos bien!
-Qué bueno, ahora hay que resistir hermanas, la sequedad no puede durar tanto, nos sacaron de donde veníamos y ahora debemos sobrevivir y no es vivir ahora el objetivo, esperemos que algo pase dentro de poco, pero siempre juntas, ¡No lo olviden!

Libertad era una mujer que fue secuestrada de su casa llena de libertad y fue escondida junto a sus demás hermanas en una jaula de color verde y con mucho olor a muerte. Libertad, quien era la líder de todas, estaba asustada, la habían llevado a un lugar seco y lleno de polvo, sin agua y sin luz, que es lo contrario a como vivían antes, llenas de vitaminas, mucho mineral, buena vibra, luz solar y agua. Libertad, junto a sus hermanas, llevaban muchos días dentro de la jaula y por fuera se escuchaban voces, mucho guitarreo, conversaciones y olor a comida, ellas pensaban que estaban en un centro de tortura y de matanza de hermanas del bien, pues todas estas compañeras son luchadoras de la libertad y justicia de la ley, pelean por liberar a sus madres y sus padres, luchan por que el mundo respire y porque se viva feliz en la gran Tierra. Un día, éstas mujercitas escucharon cierto plan de uno de los dos torturadores que merodeaban su jaula, que parece que se llamaban Joaquín y Marcelo, las miraban y al abrirlas, todas las muchachas gritaban con desesperación por la libertad de ellas y pedían agua y luz para vivir, pues es lo que más anhelaban en ese momento. Un día por la noche, escucharon que Joaquín se acercó y abrió la jaula y tomó a Libertad junto con dos hermanas de ellas, causando un caos entre todas ellas:

-Hace frío hermanas, durmamos juntas como siempre para abrigarnos y las más robustas en nosotros deberían dormir ésta noche al rededor de nosotros, pues nos brindan calor y ellas pueden soportar más, ¿Cierto?
-Si-respondió una de las compañeras.
-Bien, buenas noches a todas, mañana esperemos que pase algo.
... Y de repente, Joaquín abrió la jaula y entre todas gritaban desesperadas:
-¡AAAAAAAAAAAAAAAH, SÁCANOS DE AQUÍ BUEN HOMBRE!-y todas vieron como se llevaban a Libertad junto a dos hermanas de ella.
-¡CHICAS, SE LLEVAN A LIBERTAD!
-¡No se preocupen de nosotras, sigan abrigadas y cuídense, fue lo mejor haber estado con ustedes y recuerden, algún día volveré!-y luego todas gritaron:
-¡LIBERTAAAAAAAAAAAAD!

Joaquín las llevo a un lugar oscuro y con agua, pues es lo que éste muchacho pensaba, era que lo que más necesitaban para estar vivas por mientras, era agua, y las encerró en un lugar frío y húmedo, oscuro y con un poco de aire.

-¡¿Hermanas, me escuchan?!-y ambas respondieron-¡Si, estamos vivas! ¿Tú estás bien?
-Si, estoy bastante bien, he bebido mucha agua y creo que no pararé nunca
-¡Libertad, estamos vivas y tenemos agua! ¡ESTAMOS VIVAS!
-Si, pero no canten victoria muchachas, quizás nos quieren hacer algo después, no se confíen, esperemos a que los días pasen y tratemos de hacer lo mejor para liberar a las demás muchachas.

Y la noche estuvo llena de humedad, frío y oscuridad. Las tres hermanas estaban cansadas, las habían sacado del nicho con sus hermanas y todas pensaron que no volverían jamás. La idea de Joaquín era cuidar a las tres hermanas y darles lo mejor que se pueda a todas, pero ellas no estaban pensando eso, Libertad no era de mucha confianza de la gente ajena que brinda ayuda porque si, sino que era más reservada y prefería leer y escuchar a la gente. Esa noche, las tres durmieron juntas, llenas de comida pero muertas de frío, pero no saben lo que el futuro espera por ellas.

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