Diario de Libertad: "Crece" (Capítulo 2)

Al día siguiente de la ajetreada noche anterior, Libertad despertó con el movimiento de la jaula completa, parecía casi un terremoto para ellas y no querían más molestias, pues ya las habían movido de sus hermanas y de sus padres...
-No me siento bien-dijo una de las compañeras de Libertad-siento que esta muy húmedo el lugar y que no tengo energías para seguir, además tengo mucha pena.

-¡No te des por vencida!-le gritó Libertad-tenemos que ser fuertes, ya hemos pasado una noche y yo me siento de maravilla, hasta siento que he crecido un poco. Arriba el ánimo hermanas, sobreviviremos en éste día y así será hasta la muerte.

-No Libertad, tú no entiendes porque siempre piensas lo que quieres pensar, de verdad me siento horrible.

-¡Mentira!
-Deja de vivir pensando en una utopía para nosotras... además...-y la hermana de Libertad no pudo seguir hablando, su corazón y su piel estaban rotos, pues ya no le quedaba ni amistad ni ganas de comer

-¡Libertad, no responde!
-Ya lo sé... Dejémos que se vaya con el dolor más profundo. Ah, ¡Vaya mierda! ¡No quiero vivir así, quiero a mis hermanas y quiero mi vida anterior! ¡Quiero dejar de crecer y ser vieja, quiero vivir como yo quiero!

Y joaquín abrió la jaula y al ver a la pobre hermana muerta, le dio mucha lástima y sintió haber fracasado en la misión de cuidarlas como él quería. Joaquín conversó consigo mismo al instante de ver a las dos vivas y una muerta.
-Qué mierda... ¡Qué pena! Yo quería cuidarla y quería transformarla en mi hermana con mi cariño y amor. Bah, día de mierda, las cuidaré a ustedes dos-y luego señaló a la última hermana de Libertad que le quedaba en la jaula-y a tí, te encontré una persona que te cuidará mejor que yo, confía en mi.

Luego de eso, Joaquín tomó a Libertad con mucho cuidado y se la llevó hacia un lugar con mucha tierra, húmeda y rica en minerales, pues parecía como si la tierra tuviera pedacitos de metal, pero aún así Libertad disfrutó el cambio:

-¿QUÉ? ¡NO! ¡NO ME LLEVES, YA HE SUFRIDO BASTANTE!
-¡NO TE VAYAS HERMANA, NO SÉ QUE HARÉ SIN TI!
-¡No te preocupes! ¡Al igual que las demás, vive hasta que mueras hermana, nos vemos algún día cercano, te amo!
-¡NO TE VAYAS!
...
Libertad en el momento que Joaquín se la llevó, se desmayó, así que Joaquín se la tuvo que llevar en las manos colgando y le dedicó algunas palabras, pensando en que la pequeña iría a respirar de su desmayo:

-Bueno, me presento, mi nombre es Joaquín y a partir de hoy serás una de mis más grandes amigas y hermanas de toda la vida. Lamentablemente una de tus amigas se fue, han pasado dos minutos y no me siento bien, es más, pienso que es culpa mía, pero bueno, a ti te dejaré aquí por mientras, espero que te recuperes dentro de poco-luego de dos horas, ya era de noche y estaba todo oscuro, la luz que antes se veía cuando abrían la jaula ahora estaba apagada, pero se veía. Se escuchaban ruidos desde una ventana abierta y se podía escuchar una autopista. Libertad ya no estaba encarcelada:

-Ah... ¿Dónde mierda estoy? Está todo oscuro. ¿Alguien me puede escuchar? ¡¿Alo?! ¿Alguien?... Mejor será dormir, aunque, a pesar de la pena, recuerdo haber escuchado que el hombre que me liberó se llama Joaquín. ¿Quién específicamente será? ¿Qué me quiere hacer? ¿Me querrá matar? Tengo miedo, extraño a mis hermanas, pero aún así me siento cómoda, la tierra es suave y me sirve de cama y Joaquín me ha dejado acostada aquí con comida y sola. Bueno, quién diría que algún día me tendría que decir buenas noches a mi misma, pero, buenas noches "Libe", espero estar bien mañana y que ojalá haya luz.

Quién sabe, a veces las mejores personas tienen la mejor compañía y aún se enojan con esas personas especiales, Libertad estaba muy sola, lo que no le hacían dar ganas de vivir, pero reitero, quién sabe lo que sucederá algún día entre el amor del hombre entre una de las mujeres de sus sueños.

-Verse