martes, 24 de mayo de 2016

Ventura

Estoy despierto ésta vez, un día nuevo pasó,
no me quiero detener y el tiempo no hace caso.
Pienso, llegando a la casa, saco mis llaves,
entra a la ranura, paso a mi la cloaca y veo mis desastres.

Pienso en qué comentario haría mi querida madre,
algo así como "¿Qué pasa con éste desorden?",
le respondería que sólo disfruto la calle,
sector perfecto en dónde todo está en orden.

Puedo gritar, mamá,
puedo disfrutar, mamá,
no existe encierro, mamá,
hay que caminar, mamá,
mil experiencias pa' recordar.

Lío un cigarrillo, paso la lengua y lo enciendo.
Recuerdo, es cierto, fue un día muy bueno,
extrañándote, nena, pasa lento el tiempo,
un beso, "¡Chao chao!" y ya nos vemos.

Evito la pena, mala yerba que perdura,
la destrozo, la quemo y ceniza dura
queda en el cenicero con toque de amargura,
en contra el tiempo pienso: "la vida no es tan dura".

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