Usualmente los sábados son días que merecen del despertar con ganas de hacer algo. Los martes y jueves me apestan. Era así como muchos sábados me sentaba a escribir a los pies de mi cama. Casi siempre para escribir me encierro, pero hubo una vez en la hice todo lo contrario, abrí la ventana de mi pieza y abrí la puerta. Todo para averiguar si el sueño de mi hermano me incomodaba. Lo averigüé y finalmente no me terminó molestando (Obvio, ¿A quién le molestaría el sueño de alguien?). De esa vez, se desprendieron los siguientes pensamientos:
"Qué idiota es el mundo. Mujeres y hombres satisfaciendo su vida con alcohol y algo a lo que le llaman música, más conocido como "regueton". Qué paja. Ojalá nunca me toque bailar reguetón de nuevo en mi vida. Aparte de no saber bailar, no me gusta. Para nada. El gobierno se ha encargado de manipular los eventos con ésta música y el alcohol. La gente se satisface, ya que las mujeres entran gratis mientras los hombres pagan cinco mil pesos. Qué absurdo. No tengo nada en contra del gusto de la gente, digo, hay muchos hombres y mujeres que están allí afuera esperando ese momento en el cuál pueden desquitarse, descansar de la semana, todo, bailando reguetón. Pero... ¿Qué hay de los otros hombres y mujeres que viven de sus padres y no realizan nada más que holgazanear en la casa?... Qué inútil me siento. La gente defiende sus gustos y en eso no hay problema. Los que me dan lata, son los que caen en la trampa de los pocos que gobiernan éste país. Algo así como dijo el Tata Barahona, los últimos tres gobiernos se han encargado de manchar la mentalidad chilena, esa sangre mapuche de la que muchos defienden y poco practican, simplemente, lo han logrado. Quizás no lo han logrado en su cien por ciento, pero han "infectado" a varios cerebros. Lo peor, es que cayeron por culpa del televisor. Ese aparato que revolucionó al mundo, lo está logrando nuevamente, lavando los cerebros de la gente conformista. ¿Será muy pesimista y engreído mi pensamiento?... Yo, bajo mí verdad, no tengo prejuicio. Sólo sé que aún queda tiempo, pero poco. Hay que hacer algo antes de que todos estén bailando "reguetón", tomándose una piscola y fumando Pall Mall Click, al mismo tiempo de olvidarse de lo que sucede en el país junto a la economía."
Alerta, Chile. Podremos caer en sus manos pero somos capaces de revertirlo.
(Al grave culiao que piense que me cago en el gusto de la gente, por favor, lo invito a releer)
-Malescritos
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