Creo que lo último que escribí está un poco sesgado. Ya no quiero escribir más sobre mis rencores ni mis inseguridades. ¿Rencores? Creo que incluso esa palabra la tuve que eliminar de mí. Lo siento mucho a todas las personas que causé daño sin saber cómo lo estaba haciendo. A mi abuelo y a mis abuelas, a mis tías y a mis tíos, a mi papá, a mi mamá y a mi hermano. A mis primas y primos. A mis amigos y a mis amigas. Y a ti, querida. Lo siento mucho por dejarme llevar por mis sentimientos y tomar riendas de mi mente en una etapa "tardía" de mi vida. Mucha gente aún insiste en que soy jóven, pero eso no quita que haya pasado más de 24 años (tengo conciencia de los 3 años) sin saber qué tengo, cómo soy, cómo reacciono a ciertas cosas. Creo que por eso mi madre siempre dijo que soy un hombre muy sensible y distinto al resto. La peor parte de esto es que somos personas vulnerables, moldeables, adaptables, no tenemos idea cuándo las cosas son buenas o malas, simplemente nos dejamos llevar por la corriente fortuita del resto. Y queremos hacer que el resto esté bien... en desmedro de uno mismo. Cuando a veces veía que la vida para una persona estaba resuelta, yo quería hacer que esa vida estuviera cómoda... con un departamento limpio, haciendo desayuno, preparando onces, ocupando mi casa como sede de reunión y carretes para nuestrxs amigxs, ¿Y saben qué? Lo disfruté mucho.
Ayer me di cuenta de que las pastillas me sirven. En la mañana fui al médico, a un médico general porque tengo múltiples ganglios inflamados y tengo los músculos del cuello contracturados. Y fui sin medicamentos, sin alivios, sin "abrazos" pastillados. Fue horrible. Me puse a llorar en la consulta, el metro fue un bodrio indigerible, todo mal. HASTA, que tomé desayuno y me pude tomar las pastillas. Hasta me subí al metro y disfruté viendo a la gente, las luces, los letreros... Y dejé de estar mal. Pero antes de tomar las pastillas pensaba... ¿Qué tan mal se debe estar para pensar en que quizás esté generando una dependencia a estabilizadores emocionales? Y claro, según la recomendación de mi hermano, hallé una respuesta. Se debe estar mal, se debe estar pasando por todo lo que estoy pasando, debo estar en un punto de inflexión importante en mi vida. Y pensé... Tomaré esto hasta que un día no lo necesite. ¿Cuándo será eso? Bueno quizás pronto. No quiero estar empastillado. Se siente horrible tener "dos" personalidades. Porque detrás de mí hay un hombre roto, que está contando los días para que mi hija se vaya nuevamente de mí. Y ese yo actual, es un yo empastillado, que necesita vivir, que sabe que el resto también lo necesita, y que no puedo estar mal para alguien que soy importante. Mi hija me necesita. Hace tres semanas pensaba en irme de esta vida, pero fue efímero... Y aquí estoy, escribiendo esta wea porque creo que me hace sentir un poco mejor. Liberar, hallar respuestas, trabajar, hacer cosas, licenciarme, tesear, hacer deporte... Eso hacen todas y todos. Y voy a ser parte del mogollón. Espero que algún día esto cambie, debo admitir que la ruptura me tiene muy mal. No llorando ya, pero si con pena, caminando cabizbajo, veo a mis amigos y amigas, pero luego al estar solo, al caminar solo, me da la melancolía. La nostalgia de que alguna vez fui muy feliz. Pero creo que Fernando Madina tiene razón en la parte que canta:
"Quiero sentirme en lejanía
Acabar ya con esta tortura
Olvidar que alguna vez hubo alegría
Masticar esa nada que perdura"
Porque de eso se trata... Masticar esa nada que perdura.
