La Luna ha disparado sus rayos sobre mí.
Me siento inútil, melancólico, "fuera de sí".
Me cuesta entenderte, me cuesta entenderme,
como si fuese fácil descifrarme y descifrarte.
La Luna hace de las suyas con mis sentimientos.
Los explota, los brota y termino en sufrimientos,
crónicos, desiguales, en los momentos más funestos
es cuando siento que todo va lento, lento...
Y explota la incertidumbre, como primera invitada.
Se sienta, me llama, me exige y ya estoy en la nada.
La nada me explota, me llena y vacía al mismo tiempo
quisiera que todo fuese más fácil, no tan violento.
Es que en mi cara no se nota pero si en mi sentimiento.
Como un ave herida con las balas del tiempo,
flota suave con el viento, la pluma de este escrito
dispersa como la rama que brota sin respiro.
Y me siento en la oscuridad a charlar una vez más
con mi mente, está invitada la soledad.
Son los tragos perfectos para ver la realidad,
cinco litros de melancolía para la ocular la verdad.
Hay un grito en mi cabeza golpeando sin delicadeza
por las paredes de mi cráneo siento la agudeza
de cómo calan las balas del tiempo al motor que espesa
mi vuelo sin amor que a pedazos se revienta.
Hago un brindis con whiskey para el amargo sabor,
ahora trae un vino con un tirabuzón,
una vez más la Sole' brinda sin razón
dentro de mi cabeza se oyen gritos de auxilio, por favor.
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