sábado, 3 de octubre de 2015

Cortito

La familia es insuperable. El amor es incondicional. Si vivir con ellos es la clave, pues con ambos me quedo. La fraternidad también es un gran ingrediente al té de emoción. Y así se forma la triada más implacable del universo. Amor, familia y fraternidad juntos. Los tres se sientan y conversan entre ellos. Hay una que es un poquito más distinta al resto, esa es la Familia. Se porta bien, como siempre. La Fraternidad, con su vestido de seda se sienta y muda queda. El Amor se sienta entre las dos, dan charla entre ellos hasta que llega la hora de beber algo de alcohol.

"¿Qué se le ofrece?" Pregunta la Tentación al Amor. "Nada", responde de manera seca. La Fraternidad mira de manera fija a la Familia pensando en qué estará pensando el Amor. El Amor, por mientras, se sienta entre ellas pensando en que la vida es un juego y decide hacer algo con las manos para que ellas se entretuvieran por las piernas. Las miradas de la Fraternidad y la Familia son peculiares.

En el instante que el Amor ya había llegado al comienzo de cada pierna, ambas se dieron cuenta de que el amor quería jugar con ellas. Ellas no quisieron jugar. Se largaron juntas a beber un par de lagunas mentales y conversaron toda la noche, recordando al Amor como el detonador de las mejores risas de la velada.

-Verse

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