Pero me quedé en esa parte, "... sólo piensas y no cometes". Entonces yo pienso que continué el camino, una vez más con una vida más normal, o algo así como "normal", ¿No?. Levantarse temprano, trabajar durante la mañana, disfrutar la tarde, ver amigos y amigas, amar a mi familia, viajar y conocer por sobre todo.
Mañana viajo al sur. Considero este viaje uno de los más importantes en mi vida. Nunca pensé encontrarme a horas de viajar a un destino que siempre fue pasajero.
Y cambié. Creo que la marca que dejaron en mí se trató de cambiar, de no repetir los patrones, de superarme, de no buscar más comodidad en lo conocido, si de eso mismo ya se sabe, no tengo por qué continuar repitiendo gustos anteriores. Romper tradiciones y amar la rutina es algo que a la gente le espanta. Yo me enamoré del panorama y encontré el cariño.
Pero como escribí: pensé que sería así y nuevamente me equivoqué. El cambio es bueno porque atraviesas por partes de un camino que no conoces. Pero la gente no cambia. Las personas son capaces de volver al lugar donde fueron felices. Y eso es volver. No es continuar el camino. No es la vida real. Y al final el lugar lo hacen las personas. No es lo mismo una foto de un paisaje que tú en la foto de un paisaje.
Le comentaba a uno de mis mejores amigos que finalmente somos nosotros los que hacemos a las personas, somos nosotros los que dejamos la marca en el resto, son las emociones que pudiste tener y entregar frente a una luna bañándose en el lago. O una noche completa en la playa Loreto. O la vista la Metropolitana desd.e el cerro Guanaco. O escuchar el Cortaderal uniéndose al Las Leñas.
El 12 de Febrero del 2025 pasé mi primer cumpleaños "solo". A partir de las 15 no vi a nadie más. Un amigo me había dicho que hiciéramos algo, pero "como no le avisé" el huevón hizo otros planes y botó el plan que él mismo sugirió. A las 16 me encendí un poco, con unas pocas ganas de hacer algo. Me motivé y busqué a la gente. Pero como todos los cumpleaños de mi vida, cae en verano, están todas y todos fuera. Pero esta vez estaba solo, sin mi hija. Y encendí una vela, para darle el funeral respectivo a los 28 años. Jamás pensé en mi vida que un año me dejara una marca tan fuerte. Te fuiste ¡CONCHETUMARE!, queda en el pasado y quédate ahí donde nadie te podrá mover más. En la comodidad de lo ya ocurrido y la certidumbre de lo predecible.
LA GENTE COMÚN NO CAMBIA. Muy convencido de que los problemas siempre son de uno y no debería transmitirse hacia el resto.
¿Y es sano cambiar?
Claro que si. La gente te buscará y como me lo dijo la Carito: "Una nunca se da cuenta de la gente a la que le gustas". MUY CIERTO, POR CIERTO. Pero la parte más importante, recordando a mi gran amigo Alen, es que "si te perdiste hermano, encuéntrate a ti mismo". Mi tía Nino me dijo "Conoce gente, viaja, descubre más el mundo". Reúno todas esas frases y las conservo, porque usándolas he avistado la felicidad una vez más. Podrá ser la pared más empinada de mi vida pero por fin la encontré. Es la que me permitirá llegar a verla una vez más. Mi preferida y querida, el ataque comienza después del muro. Y voy por ti, porque al subir me podré dar el lujo de cambiar las marcas que han dejado en mí por marcas personales.
Adiós al peor año de mi vida. No puedo creer que pueda catalogar al año en que me titulé como el peor. Pero ya saben, las emociones son las que forjan a las personas, las emociones las provocan las personas. Y no hay nada más trágicamente hermoso que cambiar.
J
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