martes, 25 de noviembre de 2025

Mac Miller

 Circles

Puedo pensar en lo efímero, como la duración de un cigarro. Además, puedo descifrar por qué volví a fumar después de tantas semanas. Asimilo "volver" porque volví a comprar una cajetilla. Confío en mí, porque es el último paso antes de dejarlo todo. Confié en mí, me di cuenta de lo que puedo atravesar solo y de lo que soy capaz de hacer. "Hacerme" ha sido un camino difícil. Me han cuestionado hasta cómo puedo estar vivo. Aunque haya sido una talla, sigo aquí, no me fui. No decidí saltar. Todo se transforma en un ciclo "si así se debe". Mientras sea sano, hazlo.

Good News

Recuerdo cuando mi papá me preguntó de dónde saqué esta canción. Le gustó supongo. Si hay algo que nos caracteriza, es el gusto por las canciones melancólicas o las que recuerdan algo. En la mitad del cigarro, hago la práctica de darme cuenta que esto es necesario, de botar a través de mis pensamientos y no trabarme en lo que puedo desencadenar. Mi padre sueña que siempre está resolviendo algo, mientras yo sueño con volver a subir cerros. Creo que debo dejar lo que nunca me identificó. Así como forzarse a ser parte de algo/alguien cuando eso nunca fue recíproco. Me he refugiado en comunidades que nunca pensé... como el freestyle, las peleas de UFC, el cerro y las aventuras locas. Me he expuesto un par de veces a temores que no conocía y enfrentarlos me ha dado experiencia que jamás pensé que tendría. Hay tantas cosas que pretendo enfrentar y hay desafíos que aún no conozco. La vida depara tantas cosas... Me he preparado para ellas. El otro día afirmé tener miedo a las arañas y no a la muerte, como bien rapea Matiah Chinaski. O tener miedo a perder un bus, un avión, el taxi, la hora al doctor, todas esas huevas que a veces no pensamos en que nos podrían afectar... finalmente afectan. No hay como cumplir sueños, no hay commo dejar de soñar.

Everybody

Llego al punto en el que comprendo cómo debe desenvolverse, cómo funciona la vida y cuál es el final (que es para todos igual, según Kase.O). Pero prefiero vivir la vida como Chali 2Na, como Khabib Nurmagomedov, creo que voy entendiendo que la llegada de los 30 es más importante que la llegada de los 20. Los 30 me significan diez años de constante esfuerzo, concentración y esfuerzo. Hoy levanto la bandera de los fuertes porque sé cuánto dolor implica. Darlo todo, horas al día, para que se desmorone con un minuto del día. Me cago en cuántas veces me ha pasado esto en este último tiempo. Llego al mismo resumen: la vida es muy corta como para malgastarla peleando entre nosotros. Cuando escribo entre nosotros, me refiero a que quizás no debería GASTAR la vida peleando con mis seres queridos. He visto de todo y me parece suficiente como para no ver más. Ya sé dónde desembocan los ríos, lo suficiente como para lograr vadearlos y saber que todo río tiene un final.

Weeknd

Una chela, un desgaste, un desánimo, una pequeña frase y/o una situación puntual del día que gatilla empinar el codo... Cuántas veces me di cuenta de lo roto que estoy... "No quiero", "No me siento preparado", "No estoy listo para esto ahora", "No quiero porque..." bla bla bla... Toda esa cantidad de mierda acumulada en una sola respuesta. Dame solo un puto momento para disfrutar, para darme cuenta que el desgaste se ahoga en un derroche. Creo que todas y todos necesitamos de esto para seguir viviendo, todas y todos merecemos disfrutar de lo que más nos gusta. Puede que lo que nos haga mal nos haga disfrutar pero al fin y al cabo, en el momento, lo disfrutamos y "ya está". Creo que así de simple lo resumen los dichos argentinos, pero esta soledad se siente tan rica. Tan buena, que tomando un par de chelas y con mi cuaderno en mano, mientras me desquito, mientras recuerdo y me doy cuenta dónde llegué... Por qué necesitaría tanto de quienes me hicieron doler. ¿Por qué? Si al final solo es el camino que todos necesitamos identificar.

Wings

También de agrado familiar... Creo que esta me enseñó a darme cuenta del pequeño detalle que gatilla todo... El buen gusto y el mal gusto, anclados por un estímulo efímero y pequeño. Es el determinante de todo, esa mancha en la ropa que podría definir el descuido de un chef. Quizás con esta canción también entiendo a Shikamaru y su pasión por las nubes. Mirar un rato hacia el cielo y tener esa paz. Esas son mis ganas, mis alas, mi escape del mundo al que llaman cotidiano, mi ausencia por una lesión y la paz de entender que estas partes de la vida corresponden a un proceso necesario. Hoy me muevo rápido por Santiago porque no quiero pasar tanto tiempo fuera. La civilización y su rapidez me han acostumbrado a tener todo rápido y definido. Qué desastre cuando algo así no resulta. He aprendido a ver cómo la gente reacciona a un percance. Yo me acostumbré (por mi al rededor) a tomar paciencia ante un imprevisto. Y esto quizás no lo sabe tanta gente, pero yo siempre estuve haciendo fiestas en mi casa para complacer a alguien. Y aprendí a vivir con el poco tiempo y a darme cuenta que no todo es perfecto. Lo perfecto es enemigo de lo bueno.

Stay

Termino con esta. Y sonrío porque esta es la última y me doy cuenta del esfuerzo que pone esto de desatar un poco las muñecas después de tanto despilfarro. Hasta prendo un cigarro mientras tanto. Mi ejercicio se trata de escribir lo que siento después de que cada canción de Mac Miller comience. Y esta me recuerda a lo bueno que se siente volver a sentir. Me pasé el rollo mientras estaba en otra y me confesé. Me da risa pensar en que me "declaré" pero esta persona simplemente me respondió un "ya", porque me declaré en el peor contexto posible. Pero de eso se trata ¿O no? No me fue bien, tampoco esperaba algo porque ese sentimiento se había atenuado en su 100%. Hoy le decía a un par de amigas que he encontrado una paz indescriptible en todo este mundo, cuando la wea era casi imposible, hallé ese momento de calma conmigo mismo. Me perdoné por toda la mierda que hice y me di cuenta de lo que he hecho. No hay nada más cómodo que entenderse. Y estoy listo para entregarlo todo nuevamente, pero decidido, la próxima persona que llegue será eso antes que todo: una persona. Y no importará pasado, todo vale hoy y mañana... Yo podré hablar de mi pasado mientras en mi cuerpo habitan cicatrices. De sufrir y estar solo no me hablen, que de eso soy experto. Ahí me quedaré, quizás hasta cuándo, pero lo bonito de eso es abrir los ojos y darse cuenta que estoy para mí.

J

sábado, 22 de noviembre de 2025

404

 Fui criado por un padre sin padre.
Lo he presenciado, lo he vivido.
He logrado mirar a través de alguien que tuvo inspiraciones en alguien inexistente.
Entendí que no hay cariño más importante que el cariño personal:
QUE
NADIE
PASE
ENCIMA
TUYO.
No hay nada más doloroso que ser fuerte.
Es increíble por lo que algunos pasamos. Me di cuenta que no somos todos porque este mundo ha sido configurado de otra forma a la que yo habité.
Las cosas han cambiado, tenemos smartphones, nos enviamos "wasaps" y tenemos que resolverlo todo en tiempo récord. Si no sabis' de reggaeton o de los jere kleinz estay fuera.

La era "fast-pace".

Creo que tenían todas y todos mucha razón. No corresponde mi forma de existir con la predeterminación que existe hoy. Soy otro huevón después de nadar en un mar de mierda. No podía creer que se podía vivir con tantas heridas juntas y aquí estoy con el cuerpo lleno de cicatrices.

LA ALERGIA ME HA ENSEÑADO QUE SE PUEDE SANGRAR Y SUFRIR PARA VIVIR.

Confío, por supuesto, en que algún día mi forma de pensar va a cambiar. Pero hoy me insisto en las ganas de escribir: creo que he vivido lo suficiente para decir que he amado a alguien, o a unas cuántas personas en mi vida.

Estoy absolutamente seguro de confiar más en las personas que han vivido MIERDA en su vida. Creo que cuando se trata de calificar tu vida y asumir que cierta cantidad de tiempo ha afectado en el progreso personal, definitivamente has vivido mierda.

Lo lamento si lo hice mal. Perdónenme. Yo ya les perdoné. Si fui parte de su mierda, lo siento profundamente. Nunca ha sido mi intención ser una piedra en el zapato.

No soy quien genera cambios. Yo al menos sé que soy cambiante y serlo me hace feliz. Pero no me gusta cuando la gente no cambia.

Siempre me llevé bien con la gente. Hoy no. Hoy prefiero tener un mal rato con una persona para definir que no quiero entablar una relación, en contrario a forzar que exista un vínculo.

Y si esto lo venía escribiendo desde hace un año, hoy estoy convencido de publicarlo.

Me alegra saber diferenciar lo que siento y lo que no. Estoy contento que con el año se hayan ido tantos y tantas. Gracias por entregarme la virtud de discernir entre calidad y cantidad.

Al menos mírenme como una pared, como un espejo, como una taza de café, como una chela, como un trozo de pizza, como un té, como un copiloto, como una mochila, como unos bastones, como una pala...

Soy un acompañante, nada más.

J

lunes, 17 de noviembre de 2025

Flor

He regado mis tierras con sangre
de la familia más fuerte que conozco.
Es fría, la mañana de un desaire,
con pesar seguimos adelante
sin importar su auge.

Supimos caminar sobre espinas con los zapatos rotos
porque así lo quisieron varios.
Creyeron que no se nos ocurriría ocupar nuestras manos
y apoyarnos entre los pocos que quedamos.
Nos gritaron desde la vereda del frente con su nepotismo ilustrado,
pero ahí nos quedamos con el lacrimógeno incrustado,
entre lágrimas y ahogos
una ducha de bicarbonato
mascando limón.

Pensaron que la sangre no majadeaba
que los pies no compactarían
que las lágrimas no regarían
y el sol se apagaría.

¿Inocentes? No lo creo.

A pesar del tiempo que tanto pretenden dilatar,
el que siempre usan para acomodar,
entendimos que la flor se demora meses en brotar
por lo que la paciencia debe predominar.

Toda su mala intención atraca siempre en puertos conocidos
y aunque dispare contra los obreros
ninguna bala matará mi pueblo.
Por más que quieran marchitarla, se olvidan
de la cantidad de semillas que sembraron
los que luchan arriba del cerro.

Desde arriba siempre podremos contemplarla
ansiosa a veces por el alba,
sembrada en cada tierra sagrada
de esta gran franja
nombrada Chile...
Donde conocí el amor por la gente.

J

lunes, 27 de octubre de 2025

Salar de Pedernales

 En una de nuestras grandes hazañas, mi hermano me invitó a conocer los caminos que existen en el Desierto de Atacama y su cordillera. Gracias a la ayuda de GeoVirtual pudimos enterarnos de las rutas y los distintos recorridos que existen entre los grandes salares de Atacama. Lo más curioso es que la visita que hicimos correspondería a visitar el salar más austral de Chile: el Salar de Maricunga, el Salar de Pedernales y visitar la Laguna del Negro Francisco. Este plan fue mayormente planeado por mi hermano.

El Salvador - Salar de Pedernales
Como viajamos un 14 de Septiembre, las temperaturas extremas que hay en los destinos disminuyen a un punto en el que ambos podemos dormir acampando. Estaba dentro de nuestro itinerario acampar en el Salar de Pedernales. Teníamos una ventana de clima despejado en lo absoluto, nos habíamos enterado que había nevado en toda la zona y la nieve ya estaba en algunos caminos. Lo que no pudimos percibir (afortunadamente) según la página ventusky, fue la supuesta capa de nieve a la que tendríamos que adaptarnos para dormir. Pero estábamos dispuestos a todo. El jimny de mi hermano fue, es y será la máquina.

Con una grata despedida a nuestra madre y nuestro padre, comenzamos el viaje en El Salvador, tomando el Portal del Inca por la ruta C-13. Recuerdo los hitos que existen por esos lugares, como la carreta abandonada y la piedra de la viuda. Después de una mini-cuesta, nos encontramos con la Fundición Potrerillos. Una tremenda planta de fundición de metal en medio de la cordillera. Fue impactante ver que además, existían vestigios de un aeródromo y su pista hacia el norte de la fundición. Bajamos hacia El Jardín y continuamos por la ruta C-177. Este camino conecta las localidades de Montandon, Cachiyuyo y el cruce a Acerillos, por la quebrada Ciénaga.

Que no se me olvide: anduvimos todo el viaje con el estanque de gasolina dentro del auto. Esto nos mareó unas cuantas veces, tuvimos que parar a respirar, destapar el estanque y dejar que el olor saliera del auto. 

Montandon fue el primer lugar que elegimos en caso de tener que bajar por cualquier emergencia. Es el primer lugar abandonado que se ve por esta ruta. Tiene claros vestigios de haber sido una estación de ferrocarriles (maestranza) y uno de los lugares devastados por el aluvión. Después nos enteramos que este lugar conectaba con el ferrocarril que transportaba mineral hacia la fundición de Potrerillos. Un lugar precioso.

Más adelante por la misma ruta, se pueden ver casas de arrieros Collas y corrales en Cachiyuyo, cabras por el camino, ovejas, caballos, burros y por supuesto sus peculiares heces adornando un poco el paisaje árido de la zona. Como es el desierto más antiguo del mundo, es obvio que la tierra abunda y en más de una ocasión nos tocó subir los vidrios del auto para no empolvarnos. Ya llegando al cruce a Acerillos, continuamos la ruta C-13 por una cuesta bastante imponente. Nos llamó la atención el ancho de la calzada, la cantidad de metros que se suben en tan pocos kilómetros porque pasamos de los 2800 msnm a los 3200 msnm. La cuesta posee sólo 3 curvas.

A esta altura mi hermano ya me había comunicado que sentía una leve puna. Nos fuimos hidratando constantemente con una infusión de chachacoma y agua. Esta hierba se caracteriza por estabilizar la oxigenación en la sangre y desinflamar el estómago.

Una vez cruzando el portezuelo de Pedernales pasamos el camino que empalma hacia El Salvador (C-173). Sabíamos que estábamos cerca y el sueño de conocer el Salar de Pedernales dejó de ser utópico. El reloj de mi hermano marcaba los 3300 msnm aproximadamente. Seguimos por la C-13 hasta llegar a la Ruta C-157. Este camino (de tierra y sal) es especial porque bordea el sector oeste del salar. Un camino precioso en el que al subir una pequeña cuesta ofrece una recompensa visual increíble: la inmensidad del Salar de Pedernales. Notamos que no había nieve según lo pronosticado. Llegamos al rededor de las 18, el horario de verano ofrecía una pequeña ventana adicional de luz, por lo que aprovechamos de elegir el lugar en el que pasaríamos la primera noche. Vimos que existían ruinas de un corral, con murallas de adobe y un sector que tenía mampostería de piedra. No lo dudamos, utilizamos las murallas del lugar para protegernos del viento que no nos dio tregua hasta caer la noche. Dividimos las tareas espontáneamente: yo cocinaba y mi hermano ordenaba. Mi hermano reubicó la carpa (porque la primera vez que estacamos no nos convenció) y yo hice el cordero asado que anhelábamos. Al terminar de comer, al rededor de las 21, cayó la noche y aprovechamos de ver el cielo estrellado, puro y oscuro. Esto duró solo unos minutos porque la temperatura comenzaba a bajar de los 10ºC y decidimos meternos a la carpa. Un tecito y a (intentar) dormir.

La primera noche no fue fácil. Habíamos revisado que tendríamos 2ºC como mínima, aún así estábamos preparados para abrigarnos más. Teníamos sacos de dormir adecuados, colchonetas excelentes, primeras capas, capas de polar y lana. A mí personalmente me pegó la puna durante la noche y la más mínima entrada de frío al saco (en la cara) me despertaba. Cometí el error de tener una disposición única para dormir más de ocho horas, como si estuviese en mi casa. Habré dormido unas dos o tres horas. Mi hermano afortunadamente pudo dormir más, pero también comentó que la noche la halló dura.

Desperté cerca de las 6 de la mañana, me di cuenta que el aire dentro de la carpa se había condensado. Dejé mi celular en una orilla de la carpa. Recuerdo que la noche anterior revisé su batería y estaba sobre el 70%. En la mañana la batería había bajado a 15%. Entiendo que esto pasa por un efecto del frío y el litio de las baterías. Nada como ir al "baño" con una sensación térmica de 0ºC bien temprano, pero con una vista increíble. Ya a las 7:40 de la mañana se podían observar los primeros rayos de sol asomándose por la cordillera. A las 8:30 estábamos los dos de pie, tomando café molido, salame, tomates cherry y galletas saladas. Hicimos una caminata pequeña por el salar, siempre cuidando cada paso porque sabíamos que el lugar estaba lleno de fauna y podríamos pisar/dañar a los pequeños crustáceos y/o reptiles que habitan ahí. El cielo despejado y el calor nos motivó absolutamente. La sensación de sueño desapareció por completo al caminar por el salar. Logramos llegar a un punto en el que podíamos ver Flamencos y gaviotas andinas (o chülles). Sin querer nos acercamos a un lugar donde estas últimas estaban anidando. Una pareja de gaviotas, en un ánimo de proteger a un par de crías, nos "atacó" tirándonos caca desde el aire. La risa por supuesto abundó y la sensación de no entender por qué nos cagaban desde arriba se atenuó cuando vimos a sus crías. Fue la primera vez que vimos tan de cerca el vuelo de un flamenco además. Cortaba el aire de tal manera que se escuchaba el roce de sus alas con el viento. Un espectáculo natural increíble. Todo esto mientras de fondo el volcán Doña Inés y su prominencia nos daba un augurio de un excelente porvenir.

Guardamos las cosas, hicimos el tetris de los bultos en el auto y tomamos rumbo hacia un destino muy remoto conocido como las Termas de Juncal. Partimos cerca de las 13:00. Bajamos por el mismo camino que bordea el salar y retomamos nuevamente la C-13, con camino hacia el sector de La Ola. La C-13 en su sector sur, bordea el río La Ola por un camino de tierra (y sal) y por este mismo río se podían ver guanacos disfrutando de la escasa vegetación y una paz inconmensurable. Una vez que se llega a un campamento de La Ola, existe un desvío que bordea el río Juncalillo.

Sabíamos que una semana y media antes de nuestro viaje, en todo este sector había caído nieve y el camino estaba pelúo'. Incluso en ciertas partes del camino el curso del río se desbordó hacia la huella. Cuando vimos esta situación y a una pareja (en camioneta) estacionada en un lugar seguro, tomamos la decisión de no llegar hasta las termas porque no sabíamos cuál era el estado del camino y tampoco sabíamos qué tan alto podría estar el río en plena época de deshielos. En términos de temperatura tuvimos un giro drástico: decidimos ir hacia la cascada congelada. Un gran amigo nuestro nos había comentado que el lugar es precioso y es posible bajar a ver la cascada. Después de un camino muy arenoso, logramos llegar a la cascada. Justo al lado de esta cascada hay unas pircas que permiten refugiarse del frío y son la muralla perfecta para encender una cocinilla. Tomamos fotos, hicimos un café y compartimos unas galletas. Hasta tomamos la loca decisión de darnos un chapuzón en la caída de la cascada. Fue una euforia refrescante con un paisaje inigualable. Estuvimos en el sector de la cascada hasta las 16:00 aproximadamente. Teníamos el plan de comer un asado de carne en el mismo lugar que acampamos la noche anterior. Al retomar la ruta C-157 anduvimos un poco más hacia el norte y nos dimos cuenta que muy cerca de nosotros se ubicaban las Ruinas de Bórax. Un lugar que parecía una casa abandonada, con cuevas aledañas (probablemente hechas para criar animales) en las que se podían ver grabados en las paredes de los años setenta. Nos dieron las 17:30 así que volvimos a hacer el asado y montar campamento de nuevo. Mientras estábamos comiendo, a mi hermano se le ocurrió revisar el celular y vio que tenía un poco de señal. Se conectó a ver el clima y logró identificar que esa noche nos iban a tocar -2ºC. No lo pensamos tanto y lueguito de comer subimos todo (a la rápida) al auto y bajamos por la C-13, en búsqueda de una mejor temperatura para pasar la noche. La cuesta que conecta el portezuelo de pedernales con el acceso a Acerillos se ve bastante menos imponente de noche, ya que no es posible ver el desnivel que existe.

En el sector de Cachiyuyo, cerca de las 21, vimos una casa de arriero con luces encendidas. Nos acercamos y salió a recibirnos una mujer Colla que nos dio un par de recomendaciones del sector para poder acampar. Nos llamó la atención que ella nos tenía absolutamente identificados, desde el día anterior. "...Ah, ustedes son del jeep que subió ayer..." fue la frase que me dejó boquiabierto. Después me percaté:  el jimny de mi hermano era el único vehículo distinto de una camioneta, en todo el sector.

Volvimos a Montandon más tranquilos que la cresta. Había una temperatura sobre los diez grados Celsius y un lugar adecuado para instalar la carpa. Como ya habíamos comido y ya eran pasadas las 22, montamos la carpa y a dormir se ha dicho. Una noche por lejos más agradable que la primera porque ya estábamos aclimatados y nos hallábamos bajo los 3000 msnm, pero intercambiamos frío por viento. Recuerdo que en la mañana una ráfaga de viento fue tan fuerte que la estructura metálica de la carpa se aplanó, tanto que pensé que iría a deteriorarse. Afortunadamente la Experience 2 de Lippi está muy bien hecha (si, fuimos con una carpa de 3 estaciones).

Montandon - C-173 - Laguna Santa Rosa
Después de una excelente noche en Montandon, tomamos desayuno en la maestranza abandonada que anteriormente mencioné devastada por el aluvión. Si desde la carretera se puede observar el estado del lugar, esa mañana nos dimos cuenta que el lugar fue absolutamente inundado por el barro. Existía un desnivel aproximado de 70 cms. entre el suelo y el nivel del barro. Para nuestra suerte, en el lugar había una mesa central junto a un pimiento, donde decidimos hacer café, comer salchichón de burro, tomates cherry y galletas saladas. Tetris en el auto nuevamente y partimos hacia El Salvador. Dentro del plan estaba devolvernos a El Salvador para recargar el combustible y aprovechar los servicios que ofrece la civilización (un baño para defecar tranquilo, por ejemplo).

Partimos de vuelta a la C-13, pero en vez de tomar la ruta que baja hacia el sector de El Jardín, nos fuimos "por arriba" por decir así, por la C-173. Más hacia el oriente del aeródromo abandonado se ubica una planta de procesamiento de arsénico. Vimos que habían operadores en la planta y previo a este lugar pudimos ver un letrero que anunciaba el inicio de la Cuesta Montandon. Para mí fue la cuesta más extensa y movida que he visitado en mi vida. Un camino de mierda, calaminoso y deteriorado. Sin embargo el paraje era asombroso. Múltiples colores café, algunos colores rojizos y otros hasta dorados. Paramos solo una vez, en un lugar donde pudimos nuevamente ver el volcán Doña Inés. Esta cuesta la iniciamos a las 13:23 y la terminamos cerca de las 13:50. Al llegar al empalme con la C-13 reconocimos el camino y nuestro próximo destino era la Laguna Santa Rosa. Durante este trayecto es posible ver cómo el camino está situado a kilómetros de las faldas de los cerros. Es increíble percibir la planicie que en tantos kilómetros se siente infinita. Hacia el oriente de este tramo es posible ver los primeros cordones montañosos de la cordillera de Claudio Gay. Cuando el camino de tierra termina y comienza el de asfalto, kilómetros dentro del asfalto vimos un par de refugios en medio de la carretera, el refugio Río Leoncito y el refugio Pastos Largos. Para nuestra sorpresa ambos refugios estaban abiertos (el primero sin llave y el segundo con llave) y pudimos entrar. A nuestro parecer son refugios excelentes para emergencias, de portar algo de leña se podría capear el frío debido a una salamandra que se ubica dentro de los refugios, también la estructura de madera interna puede ayudar a capear el frío. En este camino tuvimos la única oportunidad de fotografiar guanacos de cerca. Los otros camélidos siempre se veían a lo lejos, por lo que tengo solo una foto de estos animales (y son dos, corriendo por el ruido del motor).

Cerca de las 15:00, llegamos al complejo fronterizo Paso San Francisco. Aunque no teníamos planeado hacer un viaje hacia Argentina, de todos modos hay avisar a carabineros tu itinerario e intenciones de viaje. Nosotros simplemente dijimos que veníamos al Refugio Maricunga en modo turista. Fue lo suficiente para que nos dejaran pasar por el camino internacional (C-31). Después de unos kilómetros, tomamos la ruta C-601, adentrándonos al parque nacional Nevado Tres Cruces. Esta es una de las veces en las que me sentí único, por el tipo de ruta en el que nos encontrábamos: el circuito de los seismiles. Por supuesto, al costado nuestro se ubicaba el salar más austral de Chile, el Salar de Maricunga. Nuestra idea no era pasar al salar en sí, sino a laguna que está ubicada en el sector sureste del salar, la laguna Santa Rosa. Que no se me olvide mencionar que este camino que conecta la laguna al camino internacional está en malas condiciones, con baches enormes, calaminas extensas y pareciera que en algunos tramos en vez de tierra hay ripio. Pero insisto, el Suzuki Jimny es la máquina.

Más adelante en la ruta, en el empalme con la ruta C-615, se debe cruzar una loma que daría las primeras vistas al sector del refugio. Es posible ver parte del salar, la laguna y de fondo se pueden ver las múltiples cumbres que tiene el cerro Siete Hermanas. Llegamos con una sensación de alivio al ver que tendríamos una cama en nuestras espaldas y un lugar donde no pasaríamos frío durante la noche. Esa noche tocaban -4ºC, pero no fue una limitante. Sabíamos a lo que íbamos. Al llegar al Refugio Maricunga nos recibe Esteban, un muchacho que se encargaba de cuidar el refugio. No teníamos nada que decir, encontrar tanta comodidad, a tanta altura y en un clima extremo, fue simplemente perfecto. Uno de los lujos visuales de este lugar es tener la vista hacia la laguna con su enorme cantidad de flamencos, guanacos en una de las orillas y el imponente Nevado Tres Cruces. Aprovechamos la luz de día que quedaba para recorrer los alrededores y tomamos un par de fotos. Como ese día estábamos con energía de galletas y un par de frutas, esa noche dentro del refugio comimos pastas con la última bandeja de cordero que nos quedaba, al lado de la salamandra llena de leña encendida. Una vez más, una noche excelente.

Laguna Santa Rosa - Laguna Verde - Copiapó
A la mañana siguiente, a las 8 de la mañana había despertado. Asomé mi cabeza desde el saco y exhale por la boca. Tiraba "humito" muy denso. Revisé la temperatura y me di cuenta que efectivamente habían -4ºC. Me llegué a reír del frío que hacía, pensaba "donde chucha llegué a parar". Revisando las fotos y esperando que mi hermano despertara, la temperatura fue aumentando y otra gracia que tiene este lugar es que recibe los primeros rayos de sol matutinos, por lo que las temperaturas bajo cero duraron un par de horas en la mañana. La noche anterior Esteban nos comentó que llegamos justo en la época del cortejo de los flamencos, danza que solo podíamos ver gracias a un telescopio que tenían en el lugar. Nosotros podíamos ver a lo lejos esta peculiar danza. Recuerdo un momento muy chistoso en el que un flamenco, en su intento de sincronizar esta danza con su pareja, se equivoca de rotación en su cuello y la pareja que tenía de frente comenzó a picotearlo y a azotarlo con sus alas. No podía parar de reír, como si a mi nunca me hubiese pasado. Teníamos un itinerario que contemplaba hartas horas de viaje ese día, así que cociné un contundente shakshouka chilensis (en vez de cordero le puse salchichón de burro). Esa misma mañana llegaron dos camionetas con trabajadores que nos regalaron dos sándwiches de carne queso (muchísimas gracias estimados, nos re contra salvaron el desayuno). Lo más loco (para mí) fue que les ofrecí comer un poco y dijeron que ya era suficiente para ellos, tenían que trabajar. Entendimos que hacían esta parada para avisar, a modo de punto de control. Ellos continuaron su viaje, nosotros comimos, dejamos limpio, tetris y continuamos con rumbo a Laguna Verde.

Sabíamos que íbamos a ascender de los 3762 msnm a los 4350 msnm, por lo que la hidratación fue clave en este trayecto. Hicimos la misma ruta de vuelta al camino internacional, pero en vez de continuar hacia el norte tomamos el camino que lleva hacia el Paso San Francisco. Una vez que la ruta bordea el Río Lama, comienza la Cuesta Lama, no es tan extensa pero aún así tiene camino de tierra con ciertos montones de nieve al costado del camino. Al llegar al mirador de la cascada del Río Lama, tomamos un par de fotos y seguimos por la misma ruta que hacia el paso está pavimentada. Recuerdo que al ir subiendo por esta cuesta comencé a hiperventilarme. Si bien mi hermano se burla de esta parte, yo sentía que necesitaba respirar así porque el cuerpo me lo pedía. Frases con cuatro palabras eran suficientes para tomar un respiro profundo. El paisaje era cada vez más inhóspito, al terminar la cuesta es posible llegar a los 4500 msnm. Después hay una bajada hacia la Laguna Verde, que amortigua esta altura unos pocos metros.

Cuando uno llega a la bajada es posible ver cómo se asoma un color turquesa en el horizonte que al avanzar cada vez se ve más. Es deslumbrante, el contraste de colores y el tamaño de la laguna chocan directamente en la realidad. Es como estar en otro planeta. En la carretera se puede ver un letrero enorme que indica la obligación de un control de carabineros. A las 14:00 pasamos por la supuesta oficina de carabineros pero estaba destrozada. Más que deteriorada, tenía ventanas rotas, basura, una escalera rota y un montón de agujeros en la estructura de la oficina. Sabíamos que había un refugio a las orillas de la laguna. Había un letrero que señalaba que habían aguas termales. Lo re contra confirmamos. Dentro del refugio hay una poza que se alimenta de esta agua termal. Habían 3ºC en el sector de Laguna Verde. No lo dudamos, nos pusimos traje de baño y estuvimos varios minutos en el agua caliente. Tengo pocos registros de esto. Fue un momento que disfrutamos mucho con mi hermano. Dejé en el refugio (por error, lo siento mucho) un silbato naranjo que además tiene brújula, lupa y termómetro. Comprenderán que al salir de la poza me cagué de frío. Nada que un buen café no pueda solucionar. Comimos unas frutas y a las 15:45 ya estábamos en ruta de vuelta hacia Copiapó. En esta vuelta, producto del viento, por primera vez vi nieve polvo. Quise capturar el momento con la cámara, me costó un poco. La nieve polvo cruzaba la carretera a una velocidad que no conocía. Estamos casi seguros que desde esta ruta se veía el Ojos del Salado, pero no teníamos los lentes adecuados para fotografiarlo. Sólo el hecho de verlo ya nos tenía felices.

Llegamos al paso fronterizo (aduana) a las 16:40, dimos las señales de vida correspondientes y avisamos a carabineros que nuestra aventura por el parque Nevado Tres Cruces ya estaba lista. Bajamos hacia Copiapó por el camino internacional (Ruta C-31) y esta parte se nos hizo un poco eterna. Esto pasa porque en el camino pasas cerro tras cerro tras cerro. En una parte del trayecto se sumó (adelante de nosotros) una camioneta minera que iba bajando a velocidad controlada por GPS, mientras nosotros tuvimos que fumarnos toda esa lentitud. También tuvimos que esperar en la cuesta que se ubica por la quebrada San Andrés, antes de la confluencia con la quebrada de Paipote, por el sector de La Puerta. La música, el paisaje y la buena conversa amenizaron mucho esta parte.

Hoy entiendo a los mineros más que nunca.

Llegando a la casa, nuestra generosa y hermosa madre había preparado empanadas de pino. Hasta hoy, las mejores empanadas de pino que me he comido en mi vida. Y por sobre todo, una de las mejores antesalas que he tenido a un 18 de Septiembre. No hay nada más patriota que conocer tu país, quererlo y cuidarlo.

Este es el fin de la primera parte de dos viajes que concretamos con mi hermano. Escrito en conmemoración al aniversario de Atacama.

J

jueves, 28 de agosto de 2025

Achuntarle

Así es cómo se debía sentir.

Ni una bala pa' dentro. Fue el rollo más efímero y productivo de la vida. Escribo productivo porque a partir de esa sensación, pude sincerarme y no caer nuevamente.

Estoy convencido de seguir solo. No le puedo dar un futuro a alguien. Me insisto.

Estoy feliz.

Yo puedo tener mis huevadas en orden y claras, pero no puedo entregar mi corazón a nadie aun.

Porque... Alguien se lo merece, ¿No? ¿O mejor que no? No lo sé. Si me picó el bicho, quizás podría picar después.

Pero por mientras la vida sigue y me canta. No me podría someter a una relación a distancia nuevamente.

J

domingo, 24 de agosto de 2025

Cavilación

 Mis dedos y mi mente me han conducido aquí. Creo que lo más importante de la semana anterior fue darme cuenta de un sentimiento dormido. Y la coincidencia más loca es que esta misma persona me preguntó si alguien me estaba moviendo el piso. Le respondí que si. Nunca le dije que era ella.

Pues, en mi más sincera condición de hombre, no puedo darle un futuro concreto a alguien en este momento. Mi hija es primera prioridad en mi vida y más en este momento, en el que casi setecientos kilómetros nos distancian. Ya entendí que toda la vida es en función del dinero y la gente en general solo quiere eso (más un atractivo físico). 

Y pues encontrar a alguien que se desentienda del dinero, hoy, es difícil. Pero ¿Qué sería de una aventura sin calcular el puto precio de cada movimiento? Fui feliz cuando lo único que me preocupaba era pasarlo bien, en vez de andar cobrando dineros o buscando la guita para la fiesta. Cuántas veces me dijeron "oye pero es mucho". O ¿Cuánta gente me ha pedido dinero prestado y no me lo ha devuelto?

Sépanlo: no les cobro para dejar mi conciencia tranquila. Es la de ustedes la que debería sacudirse.

Pensé alguna vez que "me daría el tiempo" y estoy en eso mismo. En el tiempo en que estoy soltero y la concentración sobre mi bienestar ha aumentado exponencialmente. Me sumé al desafío de ir soltando el cigarro. He visto un par de testimonios y he leído sobre el tema (un poco). Estoy caminando sobre 30 kilómetros a la semana y ascendiendo más de 600 metros, en un ánimo de mejorar mi condición física para subir más cerros. Me da risa escribir esto porque hace dos meses no estaba así. Para nada. Admito lo difícil que es dejar el pucho. Soltar humo es simplemente fenomenal, pero al sentir el asma en mis pulmones cuando subo los cerros, mis ganas de botarlo también aumentan exponencialmente. Por lo que me "someto" a subir el San Cristóbal o el cerro Renca para cansarme y alejarme de esa puta "necesidad".

Quedan menos de seis meses para los treinta (CONCHA DE TU MADRE). Quiero llegar con una capacidad pulmonar más amplia porque llegar a las cimas se está convirtiendo en una nueva necesidad. Sentirme bien, estar en paz, que NADIE me webee, apreciar lo bonito de mi país y disfrutar la vida se ha transformado en una necesidad. Antes fumaba con cajetillas distintas cada dos días. Hoy estoy pasando a fumar ocasionalmente (hace cuatro días una amiga me invitó un par de cigarros y antes de eso habían pasado seis días (creo) desde la última vez que había fumado). Supongo que es un paso, no comprar cajetillas y destinar ese ahorro a las subidas de cerro. Dicen que si uno no cuenta los días, es porque estás en un buen plan de dejarlo.

Hasta finalmente dejarlo. Qué locura, lo disfruté tanto. De a poco se siente el adiós como una superación. Así me planteo metas que suenan simples pero son difíciles de concretar. Cada día es un avance. La tentación la enfrento cada vez que voy a comprar algo a almacenes que venden cigarros. O cada vez que veo a alguien calándose un Lucky. El humo lo atravieso y pienso que es una etapa por superar pronto.

Reducir el costo de mi existencia es una prioridad.

Enamorarte me encantaría.
Pero tú tienes que terminar lo tuyo y
yo debo encontrar lo mío.

Y si eso no resulta, me daré cuenta
del tiempo que perdí.
Pero si resulta, nos daré
la vida que merecemos.

A lo mejor me convenzo el miércoles que viene.

José.

viernes, 22 de agosto de 2025

El día en que partió

 Yo estaba solo. Con un poco de resaca porque la noche anterior vimos la barbarie ocurrida en el partido de fútbol entre la U e Independiente. Quedó la cagada en el Libertadores de América.

Había llovido un poco la noche anterior, por lo que el sol bañó la de la costa y se veía preciosa. El Cerro Renca tenía un verde precioso y claro. Los aviones se ven saliendo hacia el norte con un blanco inigualable.

Mi viejo y mi madre en Grecia de vacaciones, mi hermano en la pega, mi hija en el colegio y yo salí a la calle a tomar aire mientras me aceptan en un par de pegas.

Renunció el ministro de hacienda. Surgieron tensiones entre Bullrich y el estado chileno, el presidente envió a Elizalde a ver/tratar con las personas afectadas. La imágen de la persona volando de la tribuna hacia el piso está simplemente hasta en las radios políticas y los diarios financieros.

¿¡Algo pasó!?

Es un día descifrable pero con una constante sensación de incertidumbre. Una weá media rara.

Tan raro como la última vez que lo vi. Fue agradable, no lo niego. Tampoco negaré que alguien tuvo una lucha por este país y nunca se rindió. Por habértela jugado, gracias JSA.

J